A través de esta alianza, el Instituto IMDEA Software y BBVA han creado un marco común de trabajo para investigar el uso de esta tecnología en el desarrollo de soluciones digitales que permitan aprovechar el potencial de los datos, y al mismo tiempo, garanticen que se preserva la privacidad, el anonimato y la seguridad de la información de los usuarios.
El acuerdo cobra especial relevancia en el contexto actual, marcado por la crisis del coronavirus, que está poniendo de manifiesto la importancia de contar con sistemas robustos que permitan salvaguardar la privacidad y seguridad de los datos. Por un lado, debido al incremento de ciberataques producido en las últimas semanas en los que los cibercriminales están aprovechando el mayor uso de canales digitales que realizan los usuarios durante el periodo de confinamiento. Y por otro lado, debido al interés que ha despertado la creación de ‘apps’ de seguimiento del COVID-19 que respeten la privacidad de los datos, para las que tecnologías de este tipo podrían ser de gran utilidad.
Con esta nueva alianza, ambas entidades explorarán la aplicación en el sector financiero de una serie de técnicas criptográficas que permiten que los datos puedan ser analizados y compartidos sin exponer su contenido a terceros, gracias a algoritmos, protocolos y sistemas de encriptación. Estas tecnologías, conocidas como PET, por sus siglas ‘Privacy-Enhancing Technologies’ (o técnicas de mejora de la privacidad), son uno de los campos de especialidad del Instituto IMDEA Software, así como una de las áreas de interés en las que BBVA investiga a través del departamento de Investigación y Patentes.
Dentro de este grupo de tecnologías, una de las que presenta mayor potencial –y será principal objeto de estudio del nuevo equipo de trabajo–, es la ‘Prueba de Conocimiento Nulo’, o ZKP por sus siglas en inglés (‘Zero-Knowledge Proofs’). Esta tecnología emplea algoritmos criptográficos para facilitar que sea posible verificar la veracidad de una información, sin necesidad de compartir los datos que la componen. De esta forma, puede ayudar a crear soluciones basadas en datos, en las que la información sensible de los clientes no se vea expuesta a terceros (ya que para probar que son verdaderos, no es necesario compartir los datos en sí).
Gracias al acuerdo, ambas entidades suman sus capacidades y conocimiento en estas áreas con el objetivo de que la investigación pueda traducirse en avances tangibles que permitan que los beneficios de esta tecnología se trasladen al sector financiero, así como al mundo empresarial, la comunidad científica y la sociedad en su conjunto.
Para ello, en una primera fase, el equipo conjunto investigará cómo resolver algunos de los actuales retos a los que aún se enfrenta el despliegue de esta tecnología con el objetivo de compartir los resultados con la comunidad científica para favorecer el avance de esta disciplina. Algunos de estos retos son su integración con los actuales sistemas de comunicación que emplean las compañías o la ausencia de estándares comunes para el uso de protocolos criptográficos, que dificulta su adopción a gran escala.
El Instituto IMDEA Software y BBVA también trabajarán en una serie de casos de uso reales identificados en el sector financiero, así como en el desarrollo de prototipos viables que puedan incorporarse en los servicios y productos digitales que se ofrecen a los clientes de BBVA.